El alojamiento es prácticamente perfecto. Está aislado pero a tiro de piedra del pueblo de Lladó y a poca distancia en coche de muchas ubicaciones interesantes.
La casa es cómoda y tiene un entorno precioso. Ideal para l@s nin@s: podrán ver naturaleza, animales (gallinas, ponis....), jugar con columpios, toboganes y una magnífica cama elástica.
Una pequeña excursión permite ir a bañarse al río, que tiene un montón de rincones realmente idílicos; lo disfrutamos mucho.
Finalmente, los propietarios fueron en todo momento muy cercanos y amables. Nos informaron a la entrada de los aspectos relevantes, los sitios de interés y atendieron a todo lo que necesitamos durante la estancia.
En resumen: ¡repetiremos!